IyC2 - TP1. LA SUPERLATIVIDAD DE LA IMAGEN.

LA SUPERLATIVIDAD DE LA IMAGEN

TRABAJO PRÁCTICO 1

Resulta que estando de vacaciones, me encontraba en Necochea, parte muy linda y tranquila de la costa atlántica Argentina. Sentado, solo y mirando los verdes paisajes de la casa donde estábamos, escuché unos ruidos que nunca los había sentido. No veía la causa sonora pero si parecía el sonido de un mosquito: en mi mente me repetí algunas veces ‘voy a tener que buscar off porque acá me pican’ y en vez de hacer lo que pensé, cómo el sonido iba intensificándose: se me dio por sacar mi cámara y con la lente tele me puse a chusmear para buscar, encontrar y documentar cuál de todos los mosquitos que había era tan grande, tan molesto y que encima buscaba alterar mi tranquilidad. Así fue cómo inicie una búsqueda. Al estar sentado y querer levantarme la silla rechinó y al moverme el sonido de aleteo cesó. Logre tranquilizarme. Pasados unos minutos y yo volviendo a mi gran tarea: el ocio; de repente pasaron al lado de mi oreja 4 zumbidos (o mas bien torpedos) uno más fuerte que el otro. Resulta que yo no era importante, menos mi paz y mi tranquilidad. Sin darme cuenta, estaba en zona roja, una zona de guerra, una batalla campal que no cesaba y que ahora era personal: al apuntar con la cámara en una rama muuuy arriba cerca de la punta más alta de la copa debajo de ese árbol en el que me encontraba, había colgada una botella invertida con agua azucarada y unos tubos con unas boquillas en las que parecía salir un líquido desde una flor amarilla. Ahí fue cuando el mosquito dejó de serlo y pasó a convertirse en colibrí. Una gama de colores envidiable que cualquier fabricante de autos de alta gama podría usar para lujuria de aquellos que encuentran atractivos autos muy llamativos. Verde esmeralda, violeta brillante y un beige en la panza de lo más hermoso. Finalmente cobre valor, me acerque lo más que pude para fotografiarlos y el resultado habla por si solo.

En fin, terminé riéndome yo solo porque lo que para mi sorpresa no era un bicho volador, era un ave peleándose con otra para ver quien tomaba primero su almuerzo: agua endulzada con azúcar.